Los complementos nupciales I
«El toque personal»
Muchas veces las palabras “complemento” y “accesorio” se utilizan como si tuvieran el mismo significado; nada más lejos de la realidad.
Los complementos hacen referencia a las piezas que tienen una función, como es el caso del cinturón, el calzado, el bolso, etc. Los accesorios, en cambio, tienen como finalidad embellecer, esto es, una función más decorativa como son los pendientes, broches, etc. Tanto unos como otros son la guinda del pastel, el toque final que completa cualquier estilismo.
El velo, el ramo de flores, los zapatos, las joyas, entre otros, adquieren, en el caso del look nupcial, un gran protagonismo.
En este post os hablaremos del velo: un complemento enigmático y sutil
No hay certeza de cuál es el origen del uso del velo en las novias. Puede que la costumbre de los países musulmanes de usar el velo como respeto obligado y sumisión al esposo dé cuenta del origen de su uso, pero es solo una posibilidad más.
Hay autores que afirman que este complemento proviene indiscutiblemente de Oriente y tiene alrededor de 4000 años de antigüedad. Lo que sí es cierto es que existen diferentes teorías, todas ellas muy curiosas, las cuales, tristemente, tienen mucho que ver con el papel secundario que han ocupado las mujeres en la historia.
Al día de hoy y en nuestra cultura occidental, cualquier simbolismo del pasado se ha perdido y el uso del velo por parte de las novias del siglo XXI tiene, en la mayoría de los casos, un valor meramente estético.